Aquí empecé a desnudar mis sueños, y descubrí que con ellos, la realidad es mucho más soportable.
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lunes, 8 de marzo de 2010

¡GUAF!



















¡..GUAF..!


Me gusta que me rasquen la cabeza,
Y toquen el pelo.

Las caricias con la yema de los dedos,
y con las uñas
recortadas,
por la espalda.
Sin permiso.

Las caricias de recorridos circulares,
en espiral.

 Detrás de las orejas,
con lengua,
y con dientes,
en la nuca y en el cuello.
Debajo del mentón,
con la nariz.

Me gustan las caricias sin premios.
Esas de porque sí.
Me gustan las manos que acarician.
Las honestas.
Las que me dan de beber sin motivo,
sabias y generosas .

Las que saben leer lo que no está escrito,
 paran entre líneas, para prestar atención,
hablan a gritos del silencio,
y pintan sensaciones de color del color.

Se escuchan con los ojos abiertos,
y están en todo,
al cerrarlos.


Me gustan esas caricias.

Las que cautivan mi lealtad,
mi adoración,
y harían de mí,
su noble y fiel servidora.


Soy una perra.


Siempre me ladro a mí misma,
y no me gustan los collares,

ni siquiera los bonitos.


E.©  (Reedición)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

que placenteras son ....
las físicas y las emocionales..
un besote Eva,feliz semana..
y collares nooooooooooo,ja,ja,ja siempre free

Unknown dijo...

me encanta sentir dedos hundidos en mi pelo...y caricias presionando mi espalda. Me ha encantado, puede que sea más perra de lo que me quiero reconocer.

Un beso

La maga

E.Ofthecloud dijo...

LÁZARO,
Gracias por acercarte y dejarme las tuyas.
un beso



ANGELA,

A las magas también les gusta lo bueno, y a las ¨perrillas¨ siempre nos gusta lo mágico,
porque no es, ni bueno ni malo,
es lo mejor.

Gracias por tu compañia,
yo también paseo por tus lares.

Un fuerte abrazo

eva

Sonia Ramirez de Arellano dijo...

me encanta!!! pienso exactamente lo mismo tu le has puesto palabras, gracias! te sigo!

Aire dijo...

Hola, ola de mar....
Me gustan esas caricias gratuítas, que provienen del placer del otro, sabiendo que te las dan. Pero yo soy una gata..., por lo que no siempre me gustan, a veces recelo y noto que no son reales...Precioso tu poema, transparente.
Un beso, del Aire

Anónimo dijo...

¿A quien no le gusta que lo acaricien?. A mí me encanta, debo confesarlo. Pero nuestro cuerpo es sensible no sólo a las buenas caricias, sino también a las malas, a las desganadas, a las mecanicistas y desafectas caricias. Nuestras terminaciones nerviosas "notan" la intensidad y la calidez conque esas caricias nos son dadas y también la desgana y la frialdad.
Creo que todos tenemos un mucho de perros en ese sentido.
Un abrazo.
Pepe.