EL TATUAJE
Desnuda de arriba abajo,
bailando por ¨soulerías¨
se le enredan las estrellas en el pelo, y la luna se vistió de oro y leche.
Entre palmas y tambores
descalzándose de arena,
la morena se reía.
Va dejando caer,
besos de agua ardiente
por todas las esquinas, para que los encuentren
las almas perdidas.
Y que más da lo que no llega,
si esperando, tanto encuentra.
Cuando la noche se pone tierna
es la hora de lamer la sal,
de bailar los gemidos...
y le da la espalda al mal recuerdo.
La morena,
La que baila y se olvida…
La que acaba en la orilla,
como perra reventada,
y se cubre con las olas,
sábanas de espuma y agua.
Y no importa si en sus ojos,
llueve, cuando se marcha.
E.
Primera publicación en junio de 2008